Trabajo remoto: una solución a la recesión económica
Las tecnologías de video colaboración pueden servir para resolver problemas operativos en tiempo real, realizar juntas, establecer contacto con clientes, ofrecer información clave, realizar capacitación de colaboradores, entre otros beneficios
Por Ulises Ladislao
La pandemia desatada a finales de 2019 en la provincia china de Hubei por la aparición de un nuevo agente infeccioso altamente contagioso como lo es el virus denominado SARS-CoV-2, más popularmente conocido como coronavirus, orilló a la Organización Mundial de la Salud en marzo pasado a decretar una emergencia sanitaria en todo el mundo.
México y otros países de Latinoamérica no han sido ajenos a la diseminación de la epidemia y se han visto en la necesidad de resguardar a la población en sus casas para disminuir los niveles de contagio, abatir al máximo los decesos y evitar que se disparen los casos y su capacidad hospitalaria existente se vea rebasada.
Las medidas drásticas de aislamiento y sana distancia para paliar la crisis sanitaria, no obstante, tienen otras vertientes de corto y mediano plazos, entre ellas la disminución radical de la actividad productiva, con fuertes consecuencias en el ámbito económico y que podrían afectar a la población al igual que miles de empresas de todo tipo y a poner en grave riesgo su sobrevivencia.
De acuerdo con estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la recesión en este campo podría alcanzar una caída de alrededor de 4 por ciento del PIB en algunas naciones de nuestra región y lastimar a millones de habitantes de los sectores más vulnerables.
La tecnología actual de colaboración puede representar una importantísima herramienta para generar alternativas que no sólo mitiguen los efectos negativos de la inactividad laboral sino que permitan reanimar las cadenas de suministro, la sustentabilidad de las organizaciones y la generación de riqueza.
Las soluciones de colaboración tienen la virtud no sólo de reactivar las tareas productivas sino de facilitar la comunicación efectiva entre empleados y colaboradores, clientes y proveedores, así como agilizar la toma de decisiones y la concreción de los negocios, desde cualquier lugar donde exista una conexión a Internet.
En particular, la video colaboración puede servir para resolver problemas operativos en tiempo real, realizar juntas, establecer contacto con clientes, ofrecer información clave, realizar capacitación de colaboradores, empoderar a los empleados, clientes y socios, incrementar la productividad y el rendimiento, y en general trabajar de forma remota sin poner en riesgo la integridad física y la salud de sus usuarios, desde la comodidad de su domicilio y prácticamente mediante cualquier dispositivo, sin violar las disposiciones de las autoridades de salud.
Actualmente existe la colaboración en video HD, audio y web. Algunas compañías de comunicaciones han liberado aplicaciones de videoconferencia disponibles de forma gratuita para instituciones de educación y organizaciones sin ánimo de lucro por ahora. Una excelente oportunidad para esta clase de entidades.
Garantizar que los empleados puedan trabajar de manera remota, segura y productiva a través de Internet se vuelve crucial a medida que se intensifica la preocupación mundial sobre la cada vez más generalizada diseminación del coronavirus.
*Artículo cortesía de Viral Bug