Paessler recomienda monitorear la calidad del aire en los salones de clases

 

Paessler recomienda monitorear la calidad del aire en los salones de clases para tener a alumnos y maestros seguros en los colegios. La compañía estima un crecimiento en ventas del 20 al 30% en el sector educativo en 2021.

 

David Montoya, Director Regional de Paessler América, comenta: Estamos en un dilema de si regresar a clases o no, esto es un tema de seguridad sanitaria en clases que implican cuestiones tecnológicas y no tecnológicas, y al mismo tiempo de la necesidad de que las generaciones más jóvenes no detengan su aprendizaje. En cuestión de seguridad sanitaria estamos hablando de acomodos de salones para tener más espacio, rutinas dinámicas de limpieza durante el día, tratar de reducir las superficies de contacto, poder mantener el flujo de aire para evitar los efectos aerosoles que no ayudan a tener un ambiente propicio, chequeo de la temperatura y los niveles del dióxido de carbono, etc. Hay una gran parte de la estrategia que no es manejada por tecnología, pero es importante mantenerla.

 

En la parte tecnológica hay diferentes formas de hacer mediciones de condiciones óptimas. Una de las más básicas es el uso de dispositivos de Internet de las Cosas (IoT) que nos ayudan a verificar los niveles de dióxido de carbono, de humedad, de temperatura y niveles de ocupación de las instalaciones. Normalmente estos dispositivos tienen un costo relativamente bajo y nos ayudan a mantener, basado en números, un control sobre cómo estamos trabajando en estas categorías. Por ejemplo, en los niveles de dióxido de carbono, la medición nos ayuda a poder tener una idea sobrequé tanto está fluyendo el aire en un salón de clases, para saber si el aire está estancado o moviéndose. Algunas instituciones proponen que los niveles de CO2 se mantengan en niveles de lectura menores o iguales a 800 ppm. Mientras el aire mantenga ese nivel significa que existe un correcto flujo de ventilación. Si no lo tenemos, el riesgo incrementa, explica Montoya.

 

Del mismo modo vemos que la temperatura y la humedad –añade–, juegan un papel importante. Estudios demuestran que temperaturas menores a 20C° y niveles de humedad baja ayuda a que el virus de Covid-19 se mantenga activo. Esto requiere poder ajustar temperaturas a través de aire acondicionado o sistemas de ventilación. La intención es mantener la temperatura mayor a 20C° y niveles de humedad entre 40 y 60% dentro de los salones. La tecnología nos ayuda a verificar estos niveles parar tratar de frenar la propagación y proporcionar un regreso a clases seguro.

 

Paessler estima un crecimiento en ventas del 20 al 30% en el sector educativo en 2021, sin embargo, en México no ha habido mucho interés sobre monitorear las escuelas por parte de las instituciones públicas o privadas. Montoya expone que el incluir tecnología requiere de una inversión que significa modificaciones a los planes presupuestales de la SEP y diferentes instituciones educativas. En ciertos casos las inversiones suelen ser costosas dependiendo la zona, ya sea rural o urbana y de las condiciones climáticas. Lo cierto es que nosotros estamos en total disposición para mantener un regreso a clases seguro, ya sea reduciendo costos o donando software. A todos nos afecta esta situación, y no hay que tomarla como un asunto de emergencia, pues este tipo de mediciones son importantes para prevenir futuras pandemias e incluso desde el punto de vista pedagógico. Creemos que hay voluntad de nuestro lado para ayudar a proteger a nuestros hijos bajo el modelo presencial o híbrido, como lo hace el sector laboral empresarial.

 

¿Por qué las escuelas deben controlar la calidad del aire en el aula?

Ahora sabemos que una proporción demasiado alta de CO₂ en el aire puede tener graves consecuencias para nuestra concentración y que los niveles se vuelvan críticos mucho antes de lo que pensamos. La calidad del aire deteriorada comienza de 1,000 a aproximadamente 1,400 ppm de CO₂ y sabemos que este valor a menudo se excede en las aulas. Incluso pueden producirse valores de 2,000 a 5,000 ppm. Esto plantea un riesgo no solo en el invierno con la pandemia por Covid-19, sino también durante el curso escolar normal, apunta Montoya.

 

La Federación de Asociaciones Europeas de Calefacción, Ventilación y Aire Acondicionado (REHVA) recomienda en la Guía para las Escuelas un umbral de 800 ppm de CO₂ en el aula antes de que el aula tenga que abrir todas las ventanas. En un espacio cerrado, los aerosoles se esparcen por todas partes en dos o tres minutos. Esto significa que en un aula una persona infectada es suficiente para infectar a todos en esa habitación, con o sin máscara, con o sin distancia. Actualmente, los virólogos no saben cuántos aerosoles contaminados hay que inhalar para infectarse.

 

PRTG Network Monitor monitorea fácilmente la calidad del aire, pero no es lo único. El directivo Montoya asegura que no solo es necesario medir los niveles de CO2, sino también la temperatura y la humedad que son valores determinantes en un invierno pandémico. Las temperaturas superiores a 20° C, la alta humedad y los niveles bajos de ppm de CO2, serían las condiciones ideales para las clases escolares.

 

Cuando termine esta pesadilla del Coronavirus se debe continuar con el monitoreo del aire, por ejemplo, uno de los colegas en Paessler probó por primera vez el monitoreo de CO2 en el dormitorio de su hija. Tan pronto como el medidor indicó un cierto valor, el Wi-Fi se apagó. Solo cuando hubo ventilación en su habitación, el Wi-Fi se volvió a encender. El aire fresco y un poco de ejercicio tuvieron un efecto positivo en la concentración de su hija, realmente estaba tan feliz con su padre creativo. Montoya concluyó: En Paessler trabajamos arduamente en monitorear proyectos de IoT que ayuden a mejorar la vida de las personas y a hacer más eficiente el uso de recursos.

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