IA en el entorno laboral

La inteligencia artificial (IA) es un tema de conversación que genera debates acalorados entre quienes están a favor y en contra de su utilización en diversos ámbitos de nuestra vida. Como ha ocurrido con muchas tecnologías, los early adopters se apresuran a explorar su potencial, mientras que algunos esperan a que maduren, y otros se niegan totalmente a emplearlas.

 

La IA es el ejemplo claro de esto. Así como ha sido alabada, también ha sido satanizada. Lo cierto es que hoy un gran porcentaje de los habitantes del mundo la utiliza en su día a día, a menudo sin darse cuenta. La inteligencia artificial es un componente central de los asistentes digitales como Siri o Alexa, los chatbots que brindan atención y orientación a clientes, el control de semáforos y la conducción de vehículos autónomos, recomendaciones de compras y optimización de precios, y sugerencias de contenido multimedia, entre muchos otros ámbitos.

 

Se prevé que su avance se potencialice en los próximos años. De acuerdo con estimaciones de Gartner, para 2025, el 50% de las empresas tendrán algún tipo de plataforma de inteligencia artificial para ponerla en funcionamiento en diversas áreas. Desde el diseño y producción, hasta la distribución y logística, pasando por tareas administrativas repetitivas, la IA tendrá un rol significativo en el crecimiento de las organizaciones.

 

A medida que más empresas adoptan la IA, surgen preocupaciones por parte de quienes muestran renuencia respecto a su implementación en sus entornos laborales, debido a que la automatización que conlleva puede derivarse en la pérdida de empleos en áreas particulares. En tanto, quienes la abanderan y la llevan a sus empresas se enfrentan con frecuencia a la resistencia debido a la incertidumbre sobre cómo va a impactar a perfiles laborales existentes.

 

Paralelamente, al basar cada vez más decisiones importantes en la IA, surge la preocupación alrededor de la ética, la transparencia y el cumplimiento. Hay que considerar que las empresas también están bajo la lupa para garantizar que los algoritmos que utilizan sean justos, imparciales y no discriminatorios.

 

A lo largo de los últimos años se ha observado que la IA puede generar nuevos empleos y transformar positivamente al grueso de las industrias, y las empresas han llegado a considerar a la inteligencia artificial una herramienta que les ayuda a ser más eficientes, tomar mejores decisiones y desarrollar nuevas oportunidades de negocio.

 

Al automatizar las tareas repetitivas y mecanizadas, el personal puede concentrarse en actividades que requieren mayor creatividad y estrategia. En el Informe sobre el Futuro del Empleo 2023, el Foro Económico Mundial lista algunos empleos que tendrán mayor crecimiento como resultado de un mayor avance de la IA en el mundo empresarial: especialistas en IA y machine learning, en sostenibilidad, analistas de inteligencia de negocio y seguridad de la información, científicos de datos, ingenieros en robótica, operadores de maquinaria agrícola, y especialistas en transformación digital, entre otros.

 

Contrario a reemplazar a los trabajadores, se buscan maneras de integrar a la IA en la colaboración con ellos con el fin de mejorar la productividad y la calidad del trabajo a través de la fusión de las habilidades humanas y las capacidades de IA.

 

Selección más inteligente y menos sesgada

Si bien la inteligencia artificial puede aplicarse a distintos ámbitos del universo empresarial, vale la pena profundizar en uno en especial, a manera de ejemplo.

 

Hoy, la IA ha hecho contribuciones importantes al ámbito de recursos humanos (R.R. H.H.), particularmente en la selección de candidatos para posiciones que requieren conocimientos y habilidades avanzados.

 

De este modo, el reclutamiento se ha automatizado gracias a que IA permite analizar enormes cantidades de datos en currículos y perfiles en línea a fin de identificar a los potenciales candidatos con los requisitos específicos para un puesto, acelerando el proceso de reclutamiento y reduciendo el trabajo manual para los encargados de RR. HH.

 

De igual forma, mediante el uso de algoritmos predictivos se abre la posibilidad de prever qué candidatos tienen mayores probabilidades de tener un alto desempeño en roles específicos. Se utilizan modelos basados en datos históricos y patrones que se utilizan para hacer predicciones sobre el futuro rendimiento de un candidato en función de sus habilidades, experiencia y otras variables.

 

La IA, además, contribuye a reducir los sesgos en el proceso de selección al centrarse en la objetividad y la igualdad de oportunidades, así como tomar decisiones de contratación justas y equitativas.

 

La IA facilita la identificación y selección de candidatos idóneos al automatizar tareas repetitivas, analizar datos a gran escala y proporcionar información valiosa para la toma de decisiones. Lo anterior se refuerza aún más a medida que se elimina el sesgo que pudiera haber sido introducido por la información utilizada para el entrenamiento de los algoritmos.

 

Esto se afinará aún más a medida que se excluya la contribución humana en el proceso y se alcance un punto de equidad en los algoritmos.

 

Velocidad y precisión

La integración de la inteligencia artificial (IA) en las actividades y procesos de una organización puede ofrecer diversas ventajas, entre las que destaca:

 

  • Procesos más rápidos. La capacidad de procesar rápidamente grandes cantidades de datos permite realizar análisis y tomar decisiones de manera más eficiente.
  • Análisis predictivo. La IA analiza datos históricos para prever tendencias a futuro y ayudar en la toma de decisiones estratégicas.
  • A la medida del cliente. La IA permite personalizar la experiencia del cliente al analizar datos y ofrecer recomendaciones basadas en su comportamiento pasado.
  • Chatbots y asistentes virtuales. Mejoran la interacción con los clientes proporcionando respuestas rápidas y precisas a consultas frecuentes.
  • Automatización de procesos de negocio. La IA puede automatizar flujos de trabajo y procesos empresariales, reduciendo los tiempos de respuesta y aumentando la productividad.
  • Desarrollo de productos y servicios. La capacidad de la IA para procesar información puede apoyar en la creación de nuevos productos y servicios innovadores, lo que puede dar a las empresas una ventaja competitiva.
  • Análisis de seguridad. La IA puede identificar patrones anómalos en grandes conjuntos de datos, ayudando en la detección oportuna de ciberamenazas y posibles fraudes.

 

La adopción de la inteligencia artificial es un avance crítico para las empresas. Sin embargo, no está exento de desafíos. Es crucial que se aborde las preocupaciones éticas, como la equidad y la transparencia en los algoritmos, así como también se enfoquen en la capacitación y la adaptación de los equipos humanos para colaborar efectivamente con la IA.

 

De este modo, se asegurará que la integración de la IA sea sostenible, promoviendo la innovación y la competitividad en un mundo empresarial en constante transformación. La clave radica en adoptar un enfoque estratégico que equilibre la eficiencia tecnológica con la responsabilidad ética y el desarrollo continuo de habilidades humanas.

 

Verenice Amante Díaz, Head of AI Transformation Bureau para Minsait en México

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