Traductor “wearable” de voz con manos libres
Ya está disponible el primer dispositivo de traducción de voz con manos libres, adecuado para tareas en las que las manos de los usuarios suelen estar ocupadas, como en los diagnósticos o el tratamiento en la asistencia de la salud.
En los últimos años, con un aumento en el número de visitantes a Japón, cada vez más pacientes no japoneses van a hospitales, creando barreras de comunicación en varios idiomas. En 2016, Fujitsu Laboratories desarrolló una tecnología con manos libres que reconoce las voces de las personas y la ubicación de los altavoces, y que cambia automáticamente al idioma apropiado sin la manipulación física del dispositivo.
Ese mismo año, también trabajó con el Hospital de la Universidad de Tokio y el Instituto Nacional de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (NICT) para llevar a cabo una prueba de campo de traducción multilingüe del habla en el campo médico usando tablets. Con base en los resultados, la empresa aprendió que, dado que hay muchas situaciones en las que los proveedores de atención médica tienen las manos ocupadas, como cuando brindan atención en una sala de hospital, había una gran necesidad de un dispositivo portátil de traducción del habla que pudiera usarse sin ser tocado físicamente.
Con el fin de expandir la usabilidad de la traducción multilingüe del habla, la compañía ha desarrollado el primer dispositivo de traducción de voz compacto, portátil y manos libres del mundo, mediante el desarrollo de tecnología para diferenciar la voz con pequeños micrófonos omnidireccionales.
Esto es posible a través de una ingeniosa modificación de la forma del canal de sonido y mediante la mejora de la precisión de la tecnología de detección de voz que es altamente resistente al ruido de fondo. Se espera que el uso de este dispositivo reduzca la carga sobre los proveedores de atención médica cuyas manos a menudo están restringidas por otras tareas.
Con esta tecnología, logró una precisión de detección del habla de 95% en un entorno con niveles de ruido comparables a una sala de examen en un gran hospital (aproximadamente 60 decibelios de ruido) a una distancia natural para una conversación cara a cara entre un proveedor de atención médica y un paciente de unos 80cm.