Mercado de videojuegos en América Latina
Latinoamérica ha surgido como una región vibrante y dinámica en el panorama global de los videojuegos. Con una diversidad cultural y una población joven, los videojuegos se han convertido en una parte integral de la industria del entretenimiento en los países latinoamericanos.
“En los últimos 10 años, el número de jugadores en América Latina ha experimentado un aumento del 40%, llegando a más de 210 millones de personas. Este crecimiento se ve impulsado por la mejora de la conectividad, con un incremento del 25% en la penetración de internet en la región durante el mismo período. El mercado de videojuegos en América Latina alcanzó los $5.6 mil millones de dólares en 2023, con una proyección de crecimiento del 8% anual”, detalla Stephanie Valdés, Head of Strategy México & Latam de Mindshare.
En un estudio realizado por la agencia de medios, se encontró que el 48% de los encuestados, de 18 a 44 años, participan en comunidades digitales, más que en comunidades de la vida real.
Con esto en mente, la experta describe cuatro formas en que las marcas pueden aprovechar la publicidad en los videojuegos y por qué es importante.
- El auge de la publicidad In-Game:
La dimensión social del gaming en América Latina es evidente en la expansión de comunidades en línea. Plataformas de redes sociales, tales como Twitch y YouTube Gaming, han experimentado un aumento del 45% en usuarios activos, facilitando la interacción entre jugadores. El 70% de los jugadores participa regularmente en sesiones de juego en línea con amigos y comunidades virtuales.
La publicidad in-game se ha convertido en una vía prominente para las marcas que buscan establecer una presencia dentro de entornos virtuales de juegos. Con el aumento de los juegos gratuitos y la creciente popularidad de los juegos móviles, los anunciantes tienen la oportunidad de llegar a una audiencia vasta a través de ubicaciones in-game estratégicas, adaptadas para resonar con los matices culturales de la región. Abriendo un sin fin de opciones para destacar a sus marcas: colocaciones de productos, artículos de marca e incluso anuncios interactivos que ofrecen una forma más natural y envolvente de conectarse con los jugadores.
- Localización y representación cultural:
La publicidad nativa ha demostrado ser efectiva, permitiendo que las marcas se integren sin problemas con la experiencia de juego. La localización de juegos en América Latina es esencial para atraer a la audiencia local. Más del 80% de los jugadores expresan preferencia por juegos que incluyan elementos culturales y narrativas relevantes para la región. El 65% de los títulos más descargados en la región, en 2023, fueron aquellos que incorporaron elementos latinoamericanos en su diseño.
Los anunciantes deben aprovechar los matices culturales y las preferencias locales para crear campañas nativas que resuenen con los jugadores, mejorando el conocimiento de la marca de una manera que se siente auténtica y relevante para la comunidad de jugadores latinoamericanos.
- El Poder del marketing de influencers:
Con la popularidad de plataformas de transmisión como Twitch y YouTube Gaming, el marketing de influencers se convirtió en un cambio de juego para los anunciantes. Los gamers, conocidos como influencers, construyen seguidores masivos transmitiendo en vivo sus partidas, brindando una vía auténtica y relatable para que las marcas se conecten con su audiencia objetivo. En América Latina, Twitch ha experimentado un crecimiento significativo, con millones de usuarios activos mensuales y una comunidad de streamers que atraen a audiencias locales, reconociendo la importancia de la relevancia cultural y la autenticidad en campañas de marketing dirigidas a esta región tan diversa.
- El auge de los Esports en América Latina
Los esports han experimentado un crecimiento sustancial en América Latina. En 2023, los torneos de esports atrajeron a más de 10 millones de espectadores en la región, con un aumento del 15% respecto al año anterior. Países como Brasil, México y Argentina se han convertido en focos de competiciones de esports, atrayendo patrocinios e inversiones. Brasil se destaca como un líder en la escena de los esports latinoamericanos, contribuyendo con más del 40% de los ingresos generados por competiciones de videojuegos.
La región ha producido profesionales hábiles de los esports que han dejado su huella en el escenario mundial. Las asociaciones en los esports brindan a las marcas una vía única para interactuar con los jugadores, alineándose con su pasión por los juegos competitivos.
“A medida que la industria de los videojuegos continúa floreciendo en América Latina, los anunciantes están encontrando formas innovadoras de conectarse con esta audiencia dinámica y diversa. La brecha económica en la región sigue siendo un desafío para la industria del gaming. Más del 30% de la población en la región aún no tiene acceso a internet de alta velocidad, limitando la participación de juegos en línea. No obstante, esto presenta una oportunidad de mercado, con un crecimiento del 20% en la venta de consolas de juegos de gama baja y media”, aclara Valdés.
La comunidad de gamers es conocida por su alta interacción y compromiso. A diferencia del estereotipo tradicional, los gamers abarcan una amplia gama de edades, géneros y antecedentes culturales. Esta diversidad permite a los anunciantes llegar a públicos objetivos específicos, adaptando sus estrategias para satisfacer diferentes segmentos demográficos.
“El gaming está a la vanguardia de la innovación tecnológica, desde realidad virtual hasta streaming en tiempo real. Los anunciantes pueden aprovechar estas tecnologías para crear campañas publicitarias inmersivas y emocionantes. Invertir en gaming no solo permite a los anunciantes llegar a una audiencia comprometida y diversa, sino que también se cuenta con una variedad de canales para elegir, permitiéndoles adaptar sus mensajes y estrategias según la plataforma y la audiencia específica, brindando un terreno fértil para la innovación y la creatividad publicitaria, todo en un mercado en constante crecimiento”, concluye Stephanie Valdés.