La industria de la ciberseguridad necesita mujeres
En la actualidad, la mayor parte de las personas asocian el término ciberseguridad con tecnología y si bien hay mucho de cierto, la mayoría deja estos temas a la deriva, sin embargo, debemos concientizarnos y saber que hoy en día esta industria crece de forma considerable, dado que cada vez el mundo está migrando más hacía la digitalización.
De hecho, los datos de Forbes estiman que la profesión está creciendo a una tasa del 36.5% hasta el año 2022, y según la Society for Human Resources Management, la demanda de talento en ciberseguridad aumentará a 6 millones de puestos de trabajo a nivel mundial para el 2019, asegura María José Albarrán, Mayor Account Manager en Fortinet México.
Es por ello que la ciberseguridad ya no es un tema que únicamente competa a los gobiernos, es una preocupación que debe concernir no solo a todas las empresas, de todos los sectores, sino también a la sociedad en general. Hoy vivimos y estamos en una era digital, donde los crímenes cibernéticos son una amenaza real.
Pero, ¿qué pasa cuando existe una creciente y considerable escasez de talento para las posiciones de ciberseguridad en todos los sectores de industria? A pesar de que, según los datos revelados por Forbes, el 50% de la población mundial son mujeres, solo el 11 % de la fuerza laboral en la industria de la ciberseguridad son mujeres, de acuerdo con los datos del WSC (Women´s Society of Cyberjutsu), lo cual crea oportunidades de carrera significativas debido a que las mujeres están poco representadas en este sector, específicamente en posiciones de liderazgo dentro de una organización. El problema es real y sigue habiendo una gran brecha de género en la industria.
¿A qué se debe?
-Percepción. Una de las principales causas del bajo porcentaje de las mujeres en ciberseguridad se debe a una mala percepción. Es muy común que se piense que es una industria muy técnica y con habilidades demasiado concretas, no obstante, lo que se debe comunicar es que otras habilidades son igual de importantes, lo que ayudará a tener un mejor balance, es decir, que sea una industria íntegra. El hecho de que se perciba que “no es normal que las mujeres estén en ciberseguridad” solo va crear, y está creando, que las mujeres no quieran incursionar en esta gran industria donde también pueden encontrar y obtener éxito.
Participantes del Taller de Diversidad de 2016 de CREST sobre la brecha de género en la ciberseguridad revelaron que a pesar de la percepción de que la industria es sexista o inhóspita para las mujeres, ningún participante había experimentado tales problemas.
-Educación. La segunda causa es la falta de educación cibernética en las escuelas, teniendo como efecto la falta de interés, ya que desde un inicio a los estudiantes no se les presenta la opción o bien, algo relacionado con ciberseguridad. Si desde una edad temprana las escuelas impulsaran más la educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, más mujeres considerarían adentrarse en el mundo de la tecnología y, posteriormente, comenzar a participar en el mundo de la ciberseguridad; haciendo caso omiso de la percepción general, así como de los estereotipos que existen acerca de esta industria.
-Reconocimiento. Reconocer los logros de las mujeres en la industria y de aquellas que no temen en desafiar el “status quo” marca la diferencia. Sin duda, esto provocaría que haya “role models” en la industria y que más mujeres tengan como referencia e inspiración a todas aquellas que han logrado una carrera en ciberseguridad, como Grace Murray o Maria Klawe, así como mujeres influyentes de la industria actual, como Annie Anton y Danna Dachmann.
La falta de representación y reconocimiento de las mujeres en la industria no ha pasado desapercibido. Kerry Anderson, en su libro Resolviendo la escasez de mano de obra en seguridad cibernética, sugiere que hay un gran grupo de potenciales profesionales de la información en lo que ella llama el grupo de personas subrepresentadas, la primera siendo mujeres.
-Comunicación. Nadie va a saber qué tanta oportunidad existe en la industria, ni mucho menos de qué se trata si no hay de por medio una buena comunicación y no se habla con mayor intensidad acerca de este tema. El mayor reto consiste en incentivar no solo a las mujeres, si no a la población en general. Las oportunidades están disponibles para todas aquellas personas que se inclinen hacia la industria de la ciberseguridad. Bien dicen que la barrera más grande que hay, como en casi cualquier disciplina, es la que creamos nosotros mismos.
Lo importante, es comunicar que esta industria goza de muchas vertientes: proteger la seguridad e información, luchar contra el crimen tecnológico, la reputación y el intercambio de datos.
Independientemente, no debemos olvidar que la diversidad adquiere un rol muy importante en cualquier organización. Como explicó una estudiante de la Universidad de Northumbia en Londres: “Algunas personas no saben de lo que son capaces, pero con una mejor educación y comunicación alrededor de lo que es posible, la pasión puede convertir historias de éxito”.